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ACTORS I ACTRIUS QUE HAN ESTAT ALUMNES DE L’INSTITUT XXV OLIMPÍADA
- 12 desembre, 2016
- Posted by: jordi
- Category: XXV OLIMPÍADA

La tasca docent en el dia a dia consisteix en acompanyar l’alumnat i anar transmetent valors de responsabilitat, constància, respecte i aquells valors que ajuden a cada aclumne o alumna a construir-se la pròpia personalitat.
En repassar la premsa i veure actors i actrius que han passat per l’Institut XXV Olimpíada els hem de felicitar per la seva trajectòria i ho hem de comunicar públicament perquè és una molt grata notícia.
PURO TEATRO
El gran momento de Oriol Pla
El actor deslumbra en Barcelona como clown eléctrico en ‘Be God Is’ y el rebelde Carlo Giuliani en ‘Ragazzo’, dos trabajos que muestran su versatilidad MARCOS ORDÓÑEZ
EL PAÍS, 16 ENE 2016 – 00:02 CET
Si me dicen que apueste ahora mismo por un actor joven con un gran futuro, capaz de mostrar verdad, gracia y fuerza, y una versatilidad de virtuoso, mi voto va directo para Oriol Pla. Ya llevaba tiempo haciendo cine y series (El cor de la ciutat, Animals, Any de Gràcia), pero para mí se reveló en su primer papel en teatro, los 20 recién cumplidos, en el Lliure: Maxi, el ángel de Jo mai (2014), de Iván Morales, una tragedia juvenil, un Mystic River de barriada, donde se metía rotundamente al público en el bolsillo cantando y bailando Tim, Tom y Jim, el foxtrot de Bonet de San Pedro, para animar a una chica perdida en la noche. ¿De dónde había salido aquel trueno? Creció en Barcelona, hijo de cómicos: Quimet Pla, cofundador de Comediants, y Núria Solina, de Picatrons, clown y violinista. “La primera vez que mi hermana Diana y yo pisamos escenario”, me cuenta, “fue en brazos de nuestros padres. Desde niños hicimos teatro de calle. La calle es una gran escuela. Aprendes a observar, a improvisar. Aprendes coraje. A los 11 años me apasioné por el breakdance. Oriol Pla se mueve como una versión eléctrica de Harold Lloyd, con el timing matemático de Pepe Viyuela, y cuando baila se arranca por Bob Fosse. Puro arte
Oriol Pla se mueve como una versión eléctrica de Harold Lloyd, con el timing matemático de Pepe Viyuela, y cuando baila se arranca por Bob Fosse. Puro arte
De repente estaba en competición, bailando ante 3.000 personas. Aprendes por pasión, por ganas. Un día, en un prado, aprendí el mortal hacia atrás porque quería hacerlo. Aprendí a cantar en las terrazas de la Costa Brava, con mi amigo Pau Matas, con una guitarra cada uno. He hecho números en un metro cuadrado, porque no necesitas más. Yo no quiero hacer carrera: quiero hacer. Y ganar oficio, día a día”. Para Oriol Pla 2015 ha sido un gran año. En septiembre se estrenó Truman, de Cesc Gay, donde interpretaba a Nico, el hijo de Ricardo Darín. Difícil olvidar esa escena rematada con un abrazo conmovedor que lo dice todo, que clarifica el silencio durante el reencuentro, las frases cortas, el dolor de la certidumbre. Una escena sin asideros, todo contención y subtexto. ¿Darín? “No hace falta decir que es un actor enorme, pero también un enorme tipo, generosísimo. Quiso que cenásemos juntos para conocernos y me presentó a su familia. ¡Y yo tenía que tratarle mal en esa secuencia, imagínate! ¡Yo tratando mal a Darín!”, ríe. En noviembre llegó la explosión cómica de Be God Is, un gran espectáculo de clowns en el Llantiol, con Espai Dual, el trío que completan sus amigos y colegas Blai Juanet y Marc Sastre, también fenomenales actores y músicos.
ión eléctrica de Harold Lloyd, con el timing matemático de Pepe Viyuela, y cuando baila se arranca por Bob Fosse. Puro arte”. Y una inyección de alegría en vena. Solo actuaban los jueves. Corrió la voz y había cola para verlos. “El show se fue cocinando en directo, porque hacíamos números breves, de 10 minutos, en los bares que nos acogían. Fuimos luego al Fringe de Gràcia, y en la Mostra de Teatre de Barcelona nos llevamos dos premios: mejor espectáculo y mejor actor. Agradecí mucho que me dieran ese premio por un papel mudo, donde todas las frases eran gestuales”, recuerda. “En diciembre llegó Ragazzo, escrita y dirigida por Lali Álvarez, en el Teatre Eòlia. Nuevo fenómeno de boca a oreja, y un éxito interrumpido hará una semana, a teatro lleno, por compromisos de programación. La función narra las últimas horas de Carlo Giuliani, manifestante contra la cumbre del G8 en Génova y el estado de sitio impuesto por el Gobierno italiano, caído bajo las balas de los carabinieri el 20 de julio de 2001. Un monolito conmemora su muerte, con su nombre y una sola palabra: ragazzo (muchacho). Lali Álvarez, a la que conocí como ayudante de dirección en Jo mai, me habló entonces del proyecto. Pasó dos años documentándose, hablando con la madre y la hermana de Carlo. Me iba pasando nuevas versiones del texto, que comentábamos y trabajábamos. Y lo montamos en un mes, con Lali y Teatre Tot Terreny, la compañía de mis padres. Mi madre lleva las luc mi padre la ayudantía. El sonido es de mi amigo Pau Matas. La escenografía está hecha con muebles de Lali”.
Si me dicen que apueste ahora mismo por un actor joven con un gran futuro, capaz de mostrar verdad, gracia y fuerza, y una versatilidad de virtuoso, mi voto va directo para Oriol Pla
Sin esta conjunción de fuerzas (de escritura, de interpretación y de puesta) es posible que la terrible historia de Ragazzo se hubiera quedado en mero informe o proclama, sin conmovernos cómo lo hace. Oriol Pla encarna a ese muchacho lleno de ganas de vivir, que se revuelve contra la injusticia y el abuso, y una tarde de verano decide no ir a la playa y unirse, en cambio, a los que cree que luchan por un mundo mejor. Sabe transmitir, física y espiritualmente, su luz, su pureza y su calma, y poco a poco su desconcierto y su indignación ante la brutalidad que le rodea, y su miedo, y su fuerza última. Una interpretación rebosante de verdad, que atrapa hasta en sus gestos más aparentemente simples (tender la ropa, preparar una ensalada mientras nos habla de su vida cotidiana), y te va clavando en el asiento a medida que nos acercamos al terrible final. El último tercio de Ragazzo es un impresionante tour de force. Pocas veces he percibido yo en escena la sensación asfixiante de un cepo que se va cerrando sobre una voz que monologa y un cuerpo que salta, corre, gira, cae, vuelve a levantarse. “En las primeras funciones me ahogaba: demasiado desbocado. Mi padre me fue marcando la partitura: respira aquí, retén allá, aquí sueltas, aquí sigues. Ahora llego al final sin perder el ritmo ni el resuello. Una vez llegué incluso a hacer las dos funciones en un día: Be God Is a la una, Ragazzo a las ocho”. Entre sus proyectos me sorprende que un actor tan joven quiera dirigir, cuando se tercie, una obra tan lejana como Proceso por la sombra de un burro, de Dürrenmatt, que estrenaron Miguel Narros y el TEM en los sesenta, y que le entusiasme ese texto, de 30 personajes, pero que se puede hacer con 6 o 7, multiplicándose. De momento, más cine. Y con un gran proyecto inminente: el rodaje, en abril, de Incerta glòria, la novela de Joan Sales sobre la Guerra Civil, que Rigola adaptó al teatro la temporada pasada, en el TNC, y que Agustí Villaronga llevará a la pantalla, en otra versión, con Oriol Pla, Marcel Borràs, Bruna Cusí y Núria Prims encabezando el reparto. Be God Is vuelve al Llantiol en febrero y Ragazzo hará gira por Cataluña hasta el verano. El resto de España no debería perderse estos trabajos llenos de vida, de pasión y de talento. Be God Is. Compañía Espai Dual. Con Blai Juanet Sanagustín, Oriol Pla y Marc Sastre. Cafè Teatre Llantiol. Barcelona. Los jueves del 4 al 25 de febrero.
Laia Manzanares: “Oksana ha llegado a ‘Merlí’ dispuesta a dar caña” “Mi personaje en la serie es un poco juguetona. No es mala persona, pero le gusta pinchar”, dice la actriz
ÁLVARO MONGE. Laia Manzanares, que da vida a Oksana en la serie ‘Merlí’. MARISA DE DIOS @marisaddios
EL PERIÓDICO. LUNES, 10 DE OCTUBRE DEL 2016 – 09:30 CEST Laia Manzanares (Barcelona, 1994) ha entrado como un torbellino en el instituto Àngel Guimerà, en el que estudian los chicos de ‘Merlí’. En la segunda temporada de la serie de TV-3 interpreta a Oksana, una joven repetidora y más experimentada que el resto de sus compañeros que ha llegado a clase “dispuesta a dar caña” a los ‘peripatètics’. Y, de momento, parece que lo está logrando. Sus primeros objetivos han sido Marc (Adrian Grösser) y Gerard (Marcos Franz).
Oksana ha llegado al instituto pisando fuerte. Ella es una tía que busca un poco volver a comenzar, por decirlo de alguna manera. Y que viene de otro instituto, después de haber repetido dos cursos, llena de energía y dispuesta a dar caña.
Su nombre denota que tiene vinculación con el extranjero. Sí. Es una chica adoptada de Ucrania. Pero eso no es algo que le cree ningún tipo de problema.
¿Tiene usted alguna relación con Ucrania? No. Mi padre es valenciano y mi madre, catalana.
En el primer capítulo, Oksana hace pública la relación de Mònica y Joan, algo que ellos todavía no habían contado. Parece que a su personaje le gusta meterse en las vidas ajenas. Bueno… Oksana es un poco juguetona… Tampoco es mala persona, pero le gusta pinchar. Los ve juntos y ella lo deja caer, como quien no quiere la cosa…
¿Y pinchará mucho a Merlí? Porque eso parece difícil. Me cae muy bien. Yo creo que se entenderán. ACTRIZ
“Me ha gustado mucho que la Filosofía sea un tema central de la serie porque es algo con lo que conecto” ¿Considera que Oksana vendría a ser un poco de aire fresco en el instituto, como lo fue en la primera temporada la llegada de Oliver? Es comparable, también por el tema edad. Los dos han repetido dos cursos y representan ese cambio de chip que haces cuando maduras un poco. A ambos les une que vienen de sitios diferentes, de edades diferentes, son gente diferente al resto y no les importa mostrarlo.
¿Cómo era usted como estudiante? ¿Se le daban bien los libros? Hasta cierto punto. Cuando llegué al bachillerato estaba un poco cansada, llevaba muchos años en una clase y necesitaba cambiar un poco para encontrar mi sitio. Pero siempre he sacado buenas notas y he ido tirando.
UN VECINO DE SANTS-MONTJUÏC… JOSH CLIMENT, ACTOR / DISTRITOS Josh Climent, actor: “En Sants pensamos de manera muy alternativa” Fue protagonista en el videoclip de la canción ‘Quin dia feia, amics’ de Manel. Y, a partir del 23 de diciembre subirá a escena en la nueva Sala Beckett, en el Poblenou, con ‘Odisseus’, cuyos ensayos se han hecho en Sants, su barrio.
FABRIZIO CORTESI
El actor y guitarrista Josh Climent, en la avenida de Maria Cristina, a los pies de su estimada montaña de Montjuïc. Los Climent llegaron a Sants, desde València, hace muchos años. Porque el actor y músico Josh Climent (Barcelona, 1993) es la quinta generación de esa misma familia, establecida ininterrumpidamente en la calle de Canalejas. En los bajos de la misma casa donde hoy vive él, el abuelo de su abuelo paterno fue zapatero, regentaba el Rápido Climent. Generaciones después, el local fue una huevería, de la misma familia.
Son cinco generaciones con la misma dirección postal, y la trascendencia que aporta en un vecindario regentar una tienda en un barrio con tanta actividad comercial como Sants ha hecho populares a los Climent. Más aún porque Josh, su hermano pequeño, su padre y el hermano de este son los miembros de un grupo de rock, los Crazy Hat (www.crazyhatofficial.com) que ya han sido parte del cartel de las fiestas de Sants dos años consecutivos. BOCADILLO EN LAS ALTURAS
Vivir en un barrio de casas bajitas, pequeñas calles, con un mercado municipal muy cerca, y también tener muy próxima una gran montaña como Montjuïc, componen una vida urbana muy rural. Y este vecino de Sants le saca partido a ello.”Tuve la suerte de estudiar en el instituto XXV Olimpiada (Dàlia, 2 bis), en Montjuïc”, destaca el actor protagonista del videoclip de los Manel de su canción Quin dia feia, amics.”Muchos días, en la pausa para comer o desayunar, subía arriba de todo a comer mi bocadillo de atún”, rememora Climent.”Era bestial, espectacular, estar allí arriba con la gran vista de la ciudad”, añade.
Cinco sitios MONTJUÏC
“Años atrás, más de una vez había salido de casa, sin avisar, para ir a caminar por la montaña. Necesitaba huir allí”, declara.
CREU COBERTA, 26
“Me encanta este solar donde se da libertad al grafito”, afirma.
LA CASONA
“Es la escuela de teatro donde estudié, justo al lado de casa”
LUTE
“Son una pareja argentino-italiana con una visión de la vida especial. Hay música en directo y buenísimas tapas y cervezas” .
SOUND OF THE KINGS STUDIO
“Aquí, en Rosés, 37, hemos crecido como músicos”. Climent guarda un magnífico y entrañable recuerdo de su paso por aquel instituto enfilado en la montaña, por aquellas vistas, y porque en él compartió aula con otros actores, como Laia Manzanares y Oriol Pla, actores de entre otros trabajos, la serie Merlí de TV-3. Además de superarraigado familiarmente al barrio de Sants, Josh Climent es ese tipo de vecino que se encuentra bien allí donde vive. También por el hecho de tenerlo todo a mano. Ensaya los bolos con su banda de rock en Sants; y, junto con una treintena más de actores, en Can Batlló prepara su próxima intervención teatral, en la obra Odisseus, dirigida por Quimet Pla y que podrá verse en la nueva sala Beckett del 23 de diciembre al 8 de enero.
ENSAYAR A CAMBIO DE LIMPIAR
Can Batlló es uno de los ejemplos de algo que destaca Josh Climent de su barrio. El antiguo espacio fabril, autogestionado por los vecinos, ilustra el carácter de Sants que Climent define:”En Sants pensamos de manera muy alternativa. Es un barrio creativo y no toleramos las injusticias, y eso se nota en el barrio”.”Y la reivindicación de Can Batlló como infraestructura vecinal lo prueba. La generación anterior a la mía nos ha traspasado el espíritu de lucha”.
“Los actores de la compañía teatral Tot Terreny buscábamos un local grande donde ensayar Odisseus porque somos 30 actores. En Can Batlló nos lo cedieron a cambio de limpiarles el espacio. Es de agradecer”, comenta el actor, que actuó en el Teatro Real de Madrid con la obra Muerte en Venecia.
“Nos gustaría seguir en Can Batlló haciendo talleres de teatro. Es un espacio que debe mantenerse siempre vivo”, dice el actor y músico. Fue alumno de la Jam Session (Sant Germà, 8), la escuela de música ubicada también en Sants-Montjuïc.Desde ella tenía a un paso su lugar favorito.”Todo Montjuïc es mágico. Siempre te sorprende. Cuando menos te lo esperas, topas con alguien curioso. Cuando estás negativo, allí remontas”, afirma.
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